Rendimiento OPERATIVO LIBERTAD: Hommage an Libertad Demitrópulos in CCK I Desde la izquierda: Libertad Esmeralda Iocco, Sol Titiunik, Cristian Jensen und Nicolás Freda
Cuando Libertad Esmeralda Iocco viajó a Argentina en el verano de 2022 para visitar a su familia, no sabía nada de la gran celebración del centenario de su abuela, Libertad Demitrópulos. La escritora argentina, nacida en 1922 y fallecida en 1998, había trabajado como maestra antes de trasladarse a Buenos Aires. Se casó con el poeta Joaquín Giannuzzi en 1951. Los textos de Libertad Demitrópulo nos enfrentan a una visión de la historia que ilumina a quienes, de otro modo, estarían en la oscuridad: Las mujeres, los pueblos indígenas.
Cuadro de la muerte
En medio de la noche estoy soñando
que yo me cuento un sueño en el que he muerto;
me veo en tres espacios y me vierto
en cuerpos sucesivos, transitando.
Allá, mi cuerpo azul, amarillando,
tiembla en la luz del sueño, como abierto.
Me da miedo de verme y lo despierto
con este triste cuerpo, sollozando.
Más allá, mi terrible cuerpo muerto
parece un perro loco delirando,
una siesta de pascua y aguacero
Llueve blanco y estoy en un desierto.
Aún no está Dios, ni hasta quién sabe cuándo.
Soy un monstruo y me silba un chalchalero.
Libertad Demitrópulos
Querida abuela,
En tu cumpleaños numero 100 te celebramos con un gran festín. Todos supimos siempre que no te gustaban las pasarelas, y creías que los premios que se te otorgaban, se habían equivocado de destinataria. El tiempo te trajo con los nuevos vientos y también me trajo a mí desde Alemania, sin saber nada acerca de tu centenario, ni que leería un poema tuyo sentada en la mesa secreta de Perón frente a tanto público.
En cierto momento de tu homenaje, resonó tu voz en los vidrios. No distinguí palabras. Aquella era tu voz completamente partida y con dolores viejos y cansados.
Alguien me tocó el hombro por detrás, como a sabiendas de este cuerpo blando.
Una gran conmoción me invadió sin contención, y aunque cerraba los ojos para no sentir todavía estaba allí.
Allí, en la mesa de la herradura, un poema esperaba para ser leído en voz alta, como se hacía antes, reuniéndonos a leer.
Y allí leímos el poema “Cuadro de la muerte” con Nico, tu otro nieto, en tu nombre.
….Yo te conocí de niña, si, como abuela. Digamos que mucho no recuerdo y lo poco que tengo de vos son las miradas penetrantes, el andar lento y la dificultad de los últimos años de tu vida. Más tarde, recién a los 24 años te conocí como mujer, cuando no sé cómo estaba yo viajando en Ushuaia leyendo tu libro “Un piano en Bahía desolación”, el cual, sin haberlo sabido ni planificado, también transcurre allí.
Te descubrí y me enamoré y empecé en mis adentros a soñarte, que te creaba y te conocía más. Y andaba y desandaba en mis imaginarios. Me preguntaba cómo habría sido tu vida. De esta manera ibase desentramando un regalo como legado.
Los caminos se habían cruzado, que ni vos ni yo lo hubiésemos pensado: ambas Libertad, ambas idas a vivir a otras tierras (más blancas que negras), ambas con la ambición de una sociedad más igualitaria y feminista, con cierta fascinación con lo que pasa en los bordes de quienes hacen La Historia real, poniendo el foco en las voces de quienes ponen el cuerpo, en quienes luchan, en los oprimidos, cambiando radicalmente el centro de quienes muchos dicen ser “nosotros”.
No podía ser de otra manera…. elegiste narrarlo con el tono elegante de quien cuenta las historias más crudas de manera poética…
Al leerte en aquella sala, mi voz se hacía gruesa y azul.
Los aplausos se encendieron y luego de un tiempo, la enorme sala volvió a quedar vacía.
En el aire quedó la emoción y en mi cuerpo la danza y las preguntas que te dedico a vos.
Con todo el amor
Libertad
La Plata 30. August 2022