Llamamos obras fractales a las cosas y los objetos, a las fotos y las películas, a las estructuras sonoras y escritas, a las instalaciones y los montajes, a las performances y las secuencias de danza, que se reelaboran, conectan y cambian constantemente. Son momentos de nuestro trabajo común en proceso y resultados de la colaboración con los invitados de nuestro espacio de proyectos.
Repeticiones (variaciones) y transformaciones (en nuevas versiones): Para ello utilizamos el término «fractales». Desvinculamos el término de su uso puramente matemático y lo utilizamos para designar las actividades artísticas contemporáneas. Esto incluye piezas únicas, múltiplos, ready-mades y ready-founds – en resumen, todo lo que tradicionalmente también se llama «obras de arte», pero también objetos encontrados de la naturaleza y la cultura cuando nos miran y nos inspiran, y momentos de actuación y danza que nos conmueven y nos tocan.
Nos interesan la erosión, la intemperie, el envejecimiento, el lavado, la decadencia, el olvido, el desplazamiento, el sobrecrecimiento, el exceso de adherencia, el óxido, el polvo, la degradación, el desgaste, la pátina, el uso y el consumo, la ana y la metamorfosis, la disolución, la transformación, la apropiación indebida, la retirada, la fragmentación, la rotura, el desvanecimiento, la usurpación, la fatiga material, la contracción, la decadencia y la desintegración.
Nos interesa lo que se desecha y rechaza, lo que queda atrás, tirado y parado, hundido, olvidado, desgastado y usado, perdido, descartado y segregado, marginado, excluido, desechado y devaluado, y revalorizado, inutilizado y sobrante, malversado y desfigurado, escondido y oculto, vaciado y embarcado, enterrado, maldito y caído, abandonado.
Nos interesan las huellas que hacen legible el tiempo presente como condensación del pasado y del futuro.